Al atravesar circunstancias excepcionales se imponen obstáculos y paralelamente emergen innovaciones e indefectiblemente nos interpelamos sobre los constructos y los modelos de acción imperantes hasta el momento.
La adversidad se presenta nuevamente ante nuestras vidas, impactando en el mundo privado, en el público y aquí en nuestro quehacer cotidiano laboral.
Ahora, una vez más debemos reflexionar sobre ¿Qué es una Urgencia? ¿Qué y cómo se determina el criterio de necesariedad? Para responderlo debemos abandonar las apreciaciones subjetivas, horizontalizar la mirada y buscar respuestas generales con una flexibilidad que permita su aplicación a lo particular.
De manera unánime se entiende que la urgencia hoy, en relación a intervenciones presenciales, está directamente relacionada con el riesgo, con el riesgo de vida, con la altísima probabilidad de continuidad de propagación viral cuando ya no hay vida. Sobre esto no hay debate.
Las movilizaciones internas no aparecen desde lo ideológico sino sobre lo metodológico en las intervenciones remotas y en este punto se diversifican los posicionamientos.
La cuestión, logramos desentrañar, quedaría focalizada en los dispositivos éticos y válidos factibles de implementar ante esta adversidad. Detectando una privación de derechos ante posturas que proponen la inactividad o inacción totalizantes.
Sabemos que ciertos corrimientos de lo seguro, lo habitual, lo conocido generan resistencias y ante ellas debemos encontrar y generar herramientas novedosas para enfrentarlas.
Así en primer lugar debemos discriminar entre las situaciones de imperiosa necesidad para sostener contactos personales y aquellas en las cuales puedan implementarse dispositivos alternativos.
Las ciencias jurídicas se presentan en co-construcción con las ciencias forenses auxiliares del derecho. Actualmente, tal vez, en mayor medida que anteriormente, la optimización del entrecruzamiento discursivo aparece como la clave para salir de este laberinto.
En este camino proponemos ciclos de reuniones virtuales por fueros para aunar estrategias que permitan arribar a los objetivos pretendidos. Convencidos de que únicamente estableciendo puentes comunicacionales entre quienes plantean las preguntas y quienes diagraman respuestas posibles se obtiene un resultado eficaz. Así contemplamos que podrían previamente realizarse consultas sobre las modalidades de concretar los requerimientos, habiendo aclarado las metas que se procuran alcanzar, como base para avanzar en el recorrido pericial.
Creemos firmemente que fortalecer los lazos de entendimiento permitirá incrementar las capacidades de rendimiento del conjunto judicial, siendo éste uno de los principales propósitos de esta Comisión.
Tenemos claridad con respecto a las divergencias profesionales, en cuanto a incumbencias y funciones según las dependencias de pertenencia; situados todos desde el eje rector de la ética laboral, sustentados en los marcos regulatorios de los respectivos Colegios Provinciales. Durante el encuentro dispuesto al presente fin, quienes participamos emitimos relatos sobre las funciones que se están llevando adelante en este momento, lo que permitió que cada uno de nosotros pudiera tomar las experiencias y sugerencias allí compartidas.
En este sentido, convenimos en expresar que esa es la directriz que marca nuestro actuar. Destacando que siempre la utilización de medios tecnológicos deberá adecuarse a las pautas de cuidado, al respeto por la dignidad y por la privacidad. En tanto, cuando la preservación de la privacidad o las capacidades autónomas se encuentren sesgadas por las condiciones particulares, generales y/o los dispositivos utilizados, deberá consignarse dicha circunstancia que altera los encuadres preestablecidos. Resignificando la validez dotada o variando los instrumentos o modificándolos.
Particularmente, cuando las intervenciones se producen en población incluída en los supuestos de mayor vulnerabilidad, como niñez, adolescencia, situaciones de violencia, situaciones de discapacidad, adultos mayores; debemos supeditar nuestro actuar al delgado límite entre la protección y la exposición, ya que con intenciones cercanas al primer término podemos culminar en consecuencias iatrogénicas.
Por otro lado, consignamos que el universo pericial es un mundo amplio, del cual suelen utilizarse solo algunos recursos, pero que se torna fundamental priorizar otros instrumentos y mecanismos de auxiliar a la justicia. Así recordamos la importancia de nuestras funciones en cuanto a brindar asesoramientos, orientaciones e incluirnos en equipos interdisciplinarios; los cuales en estos momentos podrían aportar elementos relevantes para complementar las consideraciones legales. Variando desde las clásicas pericias a otros modos de desempeño de nuestros saberes, permaneciendo en el terreno forense. Innovar las estrategias y acondicionar las terminologías es el actual futuro.
Todo lo cual, desde ya, requiere ser solventado por las condiciones de posibilidad para ser efectivizado.
Además, precisamente debido a las limitaciones en la labor presencial, la interconexión virtual con otros organismos actuantes, como Instituciones, Hogares Convivenciales, Centros de Salud, Hospitales, Centros de tratamientos, etc.; nutre y complementa la ligereza propia de la inmediatez.
Pensamos y seguimos pensando en estrategias innovadoras, dentro de las estructuras judiciales, para acompañar la labor de la justicia.
En definitiva mancomunadamente construcción, deconstrucción, reconstrucción…